El Govern no paga a las farmacias pero destina 122.210€ a concienciar a israelitas y palestinos de que la guerra tiene un coste medioambiental

La Agencia de Cooperación Internacional que preside la consellera de Asuntos Sociales, Promoción e Inmigración, Fina Santiago, ha dado por concluída la campaña de este año 2010 con la firma el pasado 29 de noviembre de una resolución por la que se da publicidad de todas las subvenciones concedidas para la cooperación al desarrollo y acción humanitaria, para la sensibilización y para ayudar a los cooperantes. La previsión de gasto a principio del ejercicio fue de 5.920.000€. Sin embargo, esta cantidad no se ha alcanzado y a 29 de noviembre el ahorro para las arcas autonómicas se puede estimar en unos 700.000€. Dinero que no ha ido a parar a financiar ningún proyecto en países en vías de desarrollo. En comparación con 2008, la reducción en inversión en futuro en esos países ha sido del 50%, de 10.380.249€ se ha pasado a 5.202.300€ este año.
La impresión que rezuma el enunciado de los proyectos aprobados es que desde la Agencia se ha 'regado' a particulares y organizaciones no gubernamentales para asuntos que poco o nada tienen que ver con la cooperación al desarrollo, o le son muy transversales. El primer dato que llama la atención es que ningún proyecto supera los 150.000€. Esta cantidad es el listón máximo para que la subvención pueda ser aprobada sin recurrir a fiscalización suplementaria de gasto. De hecho, el único proyecto que alcanza esa cifra, pero sin superarla en un céntimo, es el de Vecinos Sin Fronteras para la "autoconstrucción" de viviendas en la comunidad pigmea de Vyegwa Gika. El siguiente que más se aproxima es el de Ingeniería Sin Fronteras que con 149.997€ han dado un uso adecuado al agua en dos poblados indígenas de Sudamérica.
Luego están las susceptibilidades patrióticas como las que puede provocar llamar "país en vía de desarrollo" a Argentina. Baleares destina 61.246€ a "fomentar buenos hábitos familiares y educación integral de niños de 6 a 13 años de la Casa de Niños de Avellaneda". O las acciones políticas como el destino de 131.231€ a fortalecer organizaciones "urbano populares" para el ejercicio del derecho de participación y control social en cuatro ciudades, al parecer, colombianas. Y si hay proyectos ingeniosos también hay promotores avispados como el que convenció a la Agencia de Cooperación para que le diera 122.210€ para "concienciar a israelitas y palestinos sobre el coste medioambiental de la ausencia de paz y promover una solución sostenible". Lo que nadie ha podido decir es si se auditan, o no, los proyectos y si alguien del Govern ha de comprobar si los israelistas y los palestinos están concienciados tras la citada iniciativa.
Y para lo que el Govern también ha destinado un buen pellizco es para la "sensibilización". Esto consiste en subvencionar con varios miles de euros a personas bien identificadas políticamente para que sensibilicen sobre la "compra ética", por ejemplo. La subvención de 14.643€ para "la implantación y consolidación de la compra pública ética en la comarca de Llevant" es representativa de ello.
Por último están las ayudas a los cooperantes que, aunque no se deberían entender como subvenciones  directas al desarrollo, sirven para que éstos vayan con todos los gastos pagados a sondear nuevos proyectos o a visitar los que están en marcha.