jueves, 17 de junio de 2010

Alberto Cortina y Ramón Blanco abandonan el proyecto de crear una naviera en Mallorca

El proyecto de crear una naviera para la venta y alquiler de embarcaciones de recreo en Mallorca ha dejado de ser una prioridad para el segundo accionista de la constructora ACS, Alberto Cortina, y para el ex  vicepresidente de la petrolera Repsol, Ramón Blanco Balín. El objetivo de ambos empresarios era el constituir una compañía capaz de hacerse un hueco en el difícil mercado de la náutica de recreo de superlujo. Ambos cuentan con múltiples contactos y relaciones personales en el olimpo de las finanzas nacionales e internacionales que suponían iban a ser sus potenciales clientes.
Sin embargo, según algunas fuentes, el proyecto se ralentizó o congeló durante el segundo semestre del pasado año a causa de los acontecimientos acaecidos por la investigación judicial del caso Gürtel y que les ha puesto a ambos en el punto de mira de la Justicia.
La investigación que lleva a cabo el Tribunal Supremo para determinar el destino final del supuesto dinero opaco al fisco que el ex senador y ex tesorero del Partido Popular Luis Bárcenas presuntamente desvió a paraísos fiscales intuyó una conexión de los Albertos (Alberto Cortina y Alberto Alcocer) con la trama de corrupción a políticos tejida por Francisco Correa.
El abogado Ramón Blanco, ex inspector de Hacienda, imputado en el caso Gürtel como uno de los 'blanqueadores' de la red de Correa, trabajó para Cortina y Alcocer en la ocultación en el extranjero de millones de euros, según revelaron fuentes del Supremo.
En mayo de 2009 Alberto Cortina y Ramón Blanco se constituyeron como administradores de la sociedad Marine Alena con sede en Madrid y cuyo objeto social es la compraventa de embarcaciones y su explotación comercial. Un año después, el pasado mes de abril, las acciones pasaron a manos de la sociedad Pegaso Yachts Ltd. con sede en Lauderdale, Florida, y fue nombrado administrador único Alexander James Flemming. La sede se trasladó a un chalet de la urbanización Sol de Mallorca.
En el sector de la náutica explican que operaciones de este tipo son habituales para eludir el pago de obligaciones fiscales por la tenencia de un yate de lujo. Marine Alena tiene ahora a un administrador extranjero y su titularidad está en manos de una sociedad estadounidense. Quienes disfrutan del yate pueden seguir siendo los anteriores administradores, pero ya a la sombra.
La Agencia Tributaria ha iniciado una operación contra el fraude fiscal en el sector náutico. El motivo, los centenares de yates que al tener pabellón extranjero no cumplen fiscalmente en España aunque permanecen atracados en los muelles de Baleares durante todo el año.

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