martes, 23 de noviembre de 2010

Un inspector de Hacienda compró por 15 millones de pesetas un chalet de 1.000 m2 en El Terreno a un constructor al que le realizó una inspección

Los datos a los que ha tenido acceso este digital son concluyentes. Los hechos se remontan a finales de los años 90. Un inspector de Hacienda habilitado en Baleares realizó, al parecer, una inspección tributaria a un conocido constructor y promotor de la Isla, sin actividad de la actualidad y con la empresa extinguida.
Meses después, una vivienda unifamiliar aislada ubicada en la barriada de El Terreno de Palma y que era propiedad del empresario fue vendida por éste al inspector de Hacienda por la exigua y ridícula cantidad de 15 millones de pesetas. El inmueble en cuestión tiene un volumen edificado que ronda los 1.000 metros cuadrados con  terreno. La operación de compraventa consta anotada en el Registro de la Propiedad y en él se puede verificar la citada cantidad. En aquella época un inmueble de estas características tenía un valor que multiplicaba por 10, como mínimo, la cantidad antes citada.
Tras su compra, el inspector llevó a cabo obras de reforma que se ejecutaron sin que se libraran facturas ni se pagara el correspondiente IVA. De hecho, el propio encargado de llevarlas a cabo le preguntó al inspector si quería facturas y éste, según el testimonio recogido por este digital, optó por la opción B.
Pocos años después, entre 2003 y 2004, el inspector vendió el inmueble a unos particulares. El precio de esta operación varía entre los aproximadamente 90 millones de pesetas que reconoció el comprador y los 130 que apuntan algunas fuentes. Si esto fuera así, el inspector de Hacienda habría recibido casi un 30% de la compraventa en 'negro'.
La corrupción, como puede apreciarse, no se limita sólo a la acción de los políticos durante el ejercicio de cargos públicos. Hay instituciones y entidades en este país, en las que aún no ha entrado la luz de la Democracia, que tienen en su seno a funcionarios corruptos cuya actuación no es fiscalizada por ningún órgano regulador. Es notorio el caso de jueces a los que sus propios compañeros han condenado, en algunos casos a regañadientes, por cobrar ¿astillas?, no, troncos, por archivar un caso o reducir condenas.
El inspector antes referido, muy conocido en la farándula y la vida social mallorquina, abandonó la isla con destino a una nueva Delegación en la Peninsula.

1 comentario:

chema dijo...

Con tu permiso , enlazo la noticia
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/187836-funcionarios-y-hacienda-somos-todos-3.html#post3532394