sábado, 30 de octubre de 2010

Emaya traslada diariamente a Son Reus toneladas de escombros de obras depositados en los contenedores de basuras para no pagar las tasas

Contenedores verdes de basura convertidos en depósitos de escombros de obra. Este es el panorama que se encuentran diariamente los camiones de Emaya cuando realizan sus rutas por los distintos barrios de Palma. Los propios empleados de la empresa municipal confirman que el porcentaje de contenedores con escombros es muy alto. También afirman que no pueden hacer otra cosa que descargarlos ya que han de dejarlos vacios para la siguiente jornada.
Y esta práctica, que ya era habitual antes del inicio de la crisis debido a las elevadas tasas de reciclaje que impone el Consell Insular por tonelada de escombro a tratar en su planta de Son Reus, se ha incrementado en los últimos meses por la proliferación de obras ejecutadas por trabajadores inmersos en lo que se conoce como 'economía sumergida'.
Presupuestos para reformas en el hogar, a los que se ajustan los costes de mano de obra y material, no incluyen el precio de reciclaje y el alquiler de un contenedor ya que se dispararía. El sistema de eliminación de los residuos sigue siendo el mismo desde hace años: el traslado de los escombros en bolsas para ser depositados en solares, cunetas y urbanizaciones abandonadas. Sin embargo este sistema, que requería hacer quilómetros hasta desprenderse furtivamente de los restos de obra, se ha sustituído por excursiones por los barrios de Palma en busca de contendores verdes en los que depositarlos.
La Policía Local recibe con cierta asiduidad llamadas de vecinos que denuncian haber visto al conductor de una furgoneta introducir sacos de escombros en los contenedores de basura. Sin embargo, estas denuncias sólo sirven para constatar lo que diariamente observan los empleados de Emaya ya que mientras los agentes no pillen 'in fraganti' a los infractores no pueden actuar contra ellos.

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