martes, 30 de noviembre de 2010

El director de la prisión de Palma mantiene inactivos los cinco talleres del centro y dificulta la puesta en marcha de convenios de inserción

El centro penitenciario de Palma dispone desde su construcción de cinco talleres para el desarrollo de trabajos penitenciarios y de formación. En ellos, en anteriores etapas, se han producido por encargo bienes de consumo para empresas de distribución, entre otras mercantiles. Sin embargo, esta actividad ha dejado de generarse por, al parecer, la apatía mostrada por el actual director de la prisión, Manuel Avilés, que desde su incorporación en 2008 mantiene inactivas estas naves.
El art. 1 de la Ley Orgánica General Penitenciaria (LOGP) establece como fin primordial de la privación de libertad la reeducación y reinserción social. En esta línea, el art. 25.2 de la Constitución especifica que el condenado a pena de prisión "tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios de la Seguridad Social". Y la LOGP señala que el trabajo es un elemento fundamental del tratamiento del recluso.
El 6 de febrero de 2008 Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias firmó un convenio con la entidad Sublata Causa, dirigida por Teresa Nieto, para la gestión de un taller productivo de plantas ornamentales y demás especies vinculadas a la finca colaboradora del centro penitenciario. De hecho, Sublata Causa nació expresamente con los objetivos de establecer nexos comerciales y productivos de acuerdo al principio de reinserción de los reclusos preparándoles para su futura insersión socio laboral.
Por otra parte, el Centro Penitenciario de Palma dispone de terrenos apropiados para el desarrollo de un taller productivo en vivero, siembra, cultivo y multiplicación de plantas ornamentales al aire libre para fines comerciales. Asimismo, dispone de una nave apropiada para la creación y desarrollo de un plan piloto destinado a técnicas de reciclaje, mantenimiento sostenible y adaptación a energías renovables que permitan la implantación de sistemas de automantenimiento energético y aprovechamiento de residuos.
Pues a pesar de todo ello, el convenio entre Mercedes Gallizo y Teresa Nieto no ha podido materializarse aún y los terrenos sobre los que había de cultivarse tomate de ramal para su venta al por mayor y al detall se han convertido en un incipiente pinar por decisión de Manuel Avilés. De esta forma se incumple uno de los compromisos conveniados por Instituciones Penintenciarias: el de aportar al proceso productivo los terrenos necesarios para el desarrollo del taller productivo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una vergüenza la dejadez de este comisario político