El Govern 'vendió' una rebaja de 130 viviendas en la reserva estratégica de Son Bordoy ocultando una reducción de la superficie verde por habitante

Los intentos del Govern por apaciguar la presión social contra el proyecto de construcción de la macrourbanización de Son Bordoy en El Molinar de Palma se plasmaron últimamente en la reducción del número de habitantes que contemplaban las Normas Subsidiarias aprobadas noviembre de 2008 y que contemplaban una población de 2.266 personas. La nueva propuesta del conseller Carbonero es de 1.875, lo que supone una reducción del 25%.
Con esta media de carácter conciliador el Govern ha 'vendido' una rebaja en el número de viviendas con el objeto de contentar a los vecinos de El Molinar y a los grupos ecologistas. Sin embargo, como todas las actuaciones que está llevando a cabo el Ejecutivo de Antich en este asunto ésta también tiene truco. El Govern se aviene a reducir un 25% el número de habitantes pero reduce a su vez el Espacio Libre Público (ELP) destinado a zonas verdes. De 21.964 m2 de ELP contemplados en las NNSS de 2008 se ha pasado a 16.875m2. Esta reducción se traduce en 9 m2 por habitante en lugar de los 9,69m2 que se establecieron cuando la población prevista, paradójicamente, iba a ser mucho mayor. Es decir, que el Govern rebaja el número de viviendas -de 750 a 625- pero también los metros cuadrados de zona verde por habitante.
El proyecto que contemplaba una mayor calidad de vida en relación con las zonas públicas fue el aprobado en 2007 que contemplaba una urbanización más reducida, de 225 viviendas, y un espacio verde de 18,73 m2 por habitante.
En las normas subsidiarias aprobadas por los socialistas en noviembre de 2008 se incrementaron sensiblemente la superficie verde de la urbanización de Son Bordoy -de 12.480 m2 se pasa a 21.964 m2- pero la ratio superficie verde disponible por habitante empeoró muchísimo. Con la última rebaja de viviendas, como ya se ha apuntado, ha vuelto a empeorar.
El último informe del Servei de Parcs i Jardins de Cort sobre la propuesta de Son Bordoy y remitida a Planejament recoge precisamente la preocupación de los técnicos por la nueva reducción de la ratio de superficies verdes disponible por habitante.