domingo, 19 de diciembre de 2010

Veteranos políticos y sindicalistas gestionan una gran parte de los fondos con los que la Agencia de Cooperación del Govern subvenciona a las ONGs

¿Hay vida sexual a partir de los 50? No hay duda de que sí. De la misma forma, la gestión de fondos públicos no tiene porqué acabar cuando un político o un sindicalista abandona la primera línea de acción. Y para continuar con esa actividad no hay mejor lugar que las organizaciones no gubernamentales que promueven actuaciones de cooperación y desarrollo en cualquier rincón del mundo. Es hora de viajar y conocer mundo. El caso más notable, por el secuestro de nueve meses al que fueron sometidos, tuvo como protagonistas a Albert Vilalta y Roque Pascual, dos empresarios catalanes -en este caso, no políticos ni sindicalistas- que enrolados en la ONG Barcelona Acció Solidària fueron en busca de aventura en tierras de Mali y Mauritania a costa de la organización.
El caso de Pere Polo es, guardando las distancias, algo similar: uno de los fundadores del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza -de corte nacionalista de izquierdas-, que desde hace años viene gestionando las subvenciones que la Agencia de Cooperación Internacional del Govern otorga todos los años a las ONGs para realizar proyectos en países en vías de desarrollo o subdesarrollados directamente. Este año 2010, sin ir más lejos, el STEI y su ONG Ensenyants Solidaris han recibido 276.404 euros.
Comisiones Obreras también tiene su organización, Associació Pau i Solidaritat de les Illes Balears.
Cecili Buele, ex dirigente del PSM y ex diputado en el Parlament, dirige Drets Humans de Mallorca, entidad que obtuvo 91.970€. Jaume Obrador Soler, primer concejal del mismo partido en el Ayuntamiento de Palma en 1979 y coordinador técnico de Participación Ciudadana consiguió para su ONG Vecinos Sin Fronteras 150.000€ para el proyecto de autoconstrucción de viviendas en la comunidad pigmea de Vyegwa Gika.
Y luego hay una serie de ONGs que podrían considerarse satélites de los llamados partidos progresistas que se engloban bajo la carpa del Espai Solidari. En este local público tienen su sede organizaciones como: Treball Solidari, una de las más subvencionadas con 224.566€; la Fundació Desenvolupament Sostingut; y la Asociación Paz con Dignidad, con 280.432€, entre otras.
Voluntaris de Mallorca comparte edificio con Medicos Mundi en Palma. Entre ambas organizaciones se ha concentrado el mayor porcentaje del dinero público con destino a financiar proyectos de cooperación y desarrollo: 621.054 euros. Otros dirigentes de ONGs con nombres propios son José Forteza-Rey y Fernando Villalobos, de Mallorca Solidaria; Miguel Angel Florit, de Fundación Concordia; Maribel Pujol y Miguel Tugores, de Associació Entrepobles. 

1 comentario:

chema dijo...

Con tu permiso enlazo la noticia.

http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/141684-cronicas-palmesanas-la-cosa-esta-muy-malamente-26.html#post3643036