El Ibsalut adjudica a una sociedad domiciliada en un concesionario de Mercedes el contrato de selección de la OTIA del hospital de Son Espases

Si hubiera que designar al organismo público balear con mayor actividad contratadora ese sería sin ningún género de dudas la Secretaria General del Ib-Salut. A la propia gestión sanitaria tanto de hospitales como de atención primaria hay que sumar la contratación que ha debido de hacer para poner en funcionamiento el centro hospitalario de referencia de Baleares, el Hospital Universitario de Son Espases. Y es en este maremagnum de contratas de todo tipo, desde vendas hasta equipos quirúrgicos, donde aparecen algunas que, apriori, resultan del todo sorprendentes, tanto por el objeto o servicio que lo motiva como por la entidad que lo ha de prestar.
Este es el caso de un contrato negociado y sin  publicidad adjudicado el pasado 17 de diciembre y que tiene como objeto "la selección de una Oficina Técnica de Información y Acogida (OTIA) durante las fases del proyecto de apertura del Hospital de Son Espases". Es decir, que la entidad contratada ha de seleccionar una OTIA  para que realice esas funciones durante el tiempo que dure la puesta en marcha del citado hospital. Y para seleccionar al equipo que ha de informar y acoger a los pacientes y acompañantes se contrata a la sociedad Projectes Esportius Balears S.L por la cantidad de 67.170€.
Esta entidad está administrada por Esther Vidal, licenciada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y vocal de la Asociación de Gestores Deportivos. Está constatado que por las dimensiones del hospital tanto los usuarios, como los empleados del centro, han de realizar largas caminatas. Pero no debe ser por ello por lo que el Ib-Salut contrata a una licenciada en actividad física para seleccionar la OTIA. El motivo debe ser otro.
También resulta sorprendente que Projectes Esportius Balears esté domiciliada en el concesionario de vehículos Mercedes -Autos Vidal- en la Avda. Gran Vía Asima 24 de Palma. Pero lo que llama más la atención es que el contrato lo financie la UTE concesionaria de la obra pública. Con este gesto el Ib-Salut da la impresión de no querer saber nada de la financiación de este servicio a pesar de haber cumplido con la formalidad de adjudicarlo.