domingo, 9 de enero de 2011

Dos de las adjudicaciones más polémicas de la Administración socialista han tenido el mismo común denominador: a Eduardo Soriano Torres

Si hay dos decisiones administrativas polémicas y, hasta cierto punto, escandalosas de todas las adoptadas durante el gobierno del pacto de progreso que está a punto de concluir éstas son: el contrato suscrito con la entidad Can Font del alquiler con opción de compra de un edificio en el polígono de son Rossinyol de Palma para albergar la sede de la Conselleria de Medi Ambient, y  la adjudicación por parte de la Autoridad Portuaria de Baleares, presidida por el socialista Francesc Triay, a la empresa Sitges Reunides de la instalación y explotación durante catorce años de tres silos para el almacenamiento de cemento y por los que se prevé un tráfico de 120.000 toneladas anuales en el muelle de Ribera del Port d'Alcudia.
Casualmente, de ambas decisiones ha salido beneficiada la misma persona: el empresario Eduardo Soriano Torres, más conocido como el 'Rey del Cemento'.
El 18 de mayo de 2009 la entidad CAIB Patrimoni anunciaba su interés por el alquiler con opción de compra de un inmueble para albergar uso administrativo (ser sede de la Conselleria de Medi Ambient). El conseller de Economia aprobó la firma del contrato con la empresa Can Font por 1,2 millones de euros anuales durante 30 años. En 2039, cuando el Govern deba formalizar la compra, se habrán entregado a Can Font 84 millones de euros por un inmueble que los dueños vendían por 31 millones más impuestos.
¿Y quién está detrás de Can Font? Tal y como adelantó este digital el pasado 29 de julio, esta entidad está participada al 50% por las sociedades Jaime Bibiloni S.A. y Famemlak. El administrador único de esta entidad es el mencionado Eduardo Soriano. Este empresario, a través, precisamente, de Famemlak, tiene importantes participaciones en Ciments de Balears y Logiscement.
En 2004 Logiscement estaba administrada únicamente por Soriano. En febrero de 2007 entró con él el abogado de Inca Pedro Sastre Buñola y se amplió el objeto social al sector del cemento. Por su parte, Sitges Reunides hacia lo propio ocho meses después con la entrada como accionista de Polsim Consultors y el cemento en su ámbito de actividad. Un año después, prácticamente dos meses antes de la adjudicación de los silos de Alcudia, Logiscement se hizo con el control de Sitges Reunides cuando todos los indicios apuntaban que sería esta empresa la beneficiada por la Autoridad Portuaria.
Las ventas declaradas de Logiscement experimentaron una ascensión meteórica del 2008 al 2009. Antes de adquirir Sitges Reunidas presentó unas ventas de 645.332€. Con la concesión de los silos la cifra se disparó hasta los 5.359.068€.

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